Nuestro colegio, forma a sus alumnos inspirado en los siguientes valores que animan a la Congregación del Verbo Divino.
Respeto
El respeto se basa en la dignidad de cada ser humano como criatura e hijo de Dios; en la naturaleza como obra del Creador; y en el valor de las cosas, en su destinación para el bien común. Propendemos a que nuestros alumnos (as) y exalumnos (as) lleguen a ser personas respetuosas del otro, por encima de consideraciones sociales, étnicas, de credos religiosos, posturas políticas y prejuicios. El respetar a la persona humana de manera inclusiva, reconociendo su dignidad como valor intrínseco, se resume en uno de los lemas que animan a la Congregación del Verbo Divino, “muchos rostros, un solo corazón”, que habla de comunión en medio de la diversidad, de diálogo en situaciones de conflicto, y de amistad con los que son diferentes.

Responsabilidad
Es asumir la vida y sus compromisos con la libertad responsable, de responder adecuadamente ante los desafíos de cada día, de concebir la vida como una tarea y misión y de procurar hacer bien cada cosa.
El joven y la joven responsable saben respetar el bien común, conjugar los intereses propios con los altos intereses de los demás, del Colegio, de la familia y de la Comunidad.
La responsabilidad da a la vida dirección y profundidad, consecuencia y consistencia.

Solidaridad
El valor del servicio, de la solidaridad y fraternidad, es un valor sumamente humano y evangélico. Jesús vino al mundo no para ser servido sino para servir. Educamos a nuestros alumnos (as) para que descubran en la atención al prójimo, en el servicio al hermano –especialmente el más débil y vulnerable-, el sentido de su vida y vocación. Ser solidario es servir sin búsqueda de recompensa, escuchar con el corazón a quien está sufriendo, es tener sentido de justicia, animado por la caridad, en las relaciones interpersonales.

Honestidad
La honestidad, un valor imperiosamente necesario y bueno para la sociedad. Es lo que combate la corrupción, el engaño, la coima, el robo y la mentira. En el Germania nos jugamos a fondo por formar alumnos (as) amantes y buscadores de la verdad, honrados y honestos, confiables a carta cabal, que empeñan su palabra y la cumplen.

Perseverancia y superación
La perseverancia y el espíritu de superación, son características de una persona madura, pero estos valores se aprenden en el curso de la vida, desde pequeño. Se pone en práctica cuando llevamos a cabo una tarea o proyecto, cuando trabajamos para vencer un obstáculo o el desgano, cuando no nos achicamos ante los desafíos que nos plantea la vida, cuando somos constantes y tratamos de ir más allá de lo meramente exigido, cuando no nos conformamos con dar el mínimo.

Acogida, sencillez y humildad
La Acogida es la atención al otro, la cordialidad, el compartir e integrar. Este valor es contrario a la indiferencia, a la exclusión arbitraria, a hacerle el vacío a una persona. La acogida es un reflejo que Dios depara a todo ser que se acerca a Él. Es un modo de vida, una mirada que sana y que recorre el colegio desde la Portería a las oficinas, desde las aulas hasta el patio. Es una virtud que se deriva del respeto que se merece cada persona.
La Sencillez y la Humildad son los valores que embellecen al ser humano. La persona sencilla no hace ostentación, no exige lo indebido, evita el despilfarro. Se siente pequeña ante Dios y no superior a los demás. La sencillez y la humildad se vivencian en el buen trato hacia los compañeros, en la acogida, en la aceptación de la crítica constructiva, en la austeridad, en dar y pedir perdón, en reconocer nuestros errores y alegrarse con los logros del otro.
